miércoles, 19 de marzo de 2014

El miedo a dejarlo escrito

Podría tratarte de usted. Me precipito a las vías en sueños, despierto y rezo porque continúes durmiendo cuando retumbe el portazo definitivo, a deshora.

Resulta que las noches en las que verte me apremia no coinciden con las tuyas. Mientras, me estremezco bajo los rayos que anuncian un aniversario que trata de abrirse paso engullendo meses, sumando los días que te evito y los que me rehúyes tú.

No quiero verte, no quiero verte, no quiero verte, no quiero verte, no quiero verte. Arráncame la ropa. Iré de negro. Me voy.

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