viernes, 19 de marzo de 2010

Recuerdos

El frío le recorría el cuerpo. Hubiera preferido quedarse en la ciudad pero por alguna extraña razón, estaba allí.

Se sentó en una silla carcomida por el tiempo y acercó el viejo caballete de su abuelo. Con cuidado sacó sus materiales y empezó a pintar. El ambiente se inundaba de una mezcla de olor a pintura y a humedad. Sólo se escuchaba el suave deslizar del pincel. Varios lienzos descansaban desperdigados por la habitación. Observando el caos la inspiración llegó.

Empujó con brutalidad los muebles, tiró al suelo los cuadros de la pared y cerró las ventanas. Necesitaba hacer esto sola. Era el momento. Como resultado, tras una larga noche de insomnio, obtuvo un inmenso fresco que presidía el dormitorio. El color púrpura predominaba, era el favorito de su abuelo. El cantar de los pájaros le devolvió a la realidad, estaba amaneciendo, tenía que recoger sus cosas y volver a la ciudad.

De vuelta a casa sintió haber hecho algo memorable.


http://onceu.es/tiempo-libre/512/Recuerdos Mi primera publicación.

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