Perdiste
el privilegio. Continúo buscando respuestas en tus techos blanqueados, resta
silencio e ingratitud.
Entiendo que me enamoro de mentes que creo completas para finalmente terminar devastada
porque la mediocridad siempre prima. Eterna enemiga. La ilusión de lo sublime
que resulta inexistente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario