Estipulé los tiempos y calculé la barreras, al revés. Bien
sabes, que como dices, “conociéndote…”, tiendo al caos. Ni voy, ni vienes, ni te dejo, ni me apeo. Y
resulta que el tiempo, siempre él, me apremia y creo que no cuenta contigo. De
hecho no nos contábamos ninguno.
Saboteo; en eso sí que tengo talento pero no lo supiste
apreciar. No se trata de piernas firmes, de mis “rodillas simétricas”, ni de
los silencios que preceden. Soy la pieza suelta con la que tropezar para
seguir.
Atrás, atrás. Terca y con tendencia a marcar la diferencia
destruyendo. Fui honesta, querido.
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