Dormí donde no me correspondía. Sus brazos rodeaban el vacío
de mi eterna ausencia y sus oídos percibían mi respiración profunda y suave. Frágil
y desaventajada.
La diferencia latente y el deseo prohibido. Hija de Nabokov.
Abrumada. Capricho siniestro. Dicho y hecho. Hecho y dicho. Inacabado.
Perturbador y censurado. Señalado, inadecuado, delicioso y obsesivo.
Incontestable.
Nada ha ocurrido. La nada consuela al atormentado y al
moralista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario