Sería increíble descifrar el sabor del agua, que la elocuencia actuara por igual o que existiera la fidelidad a los principios. Sería espectácular quemarse sin arder, que justificase lo que hago o que dejara de estar demás. No sé si estoy a favor o en contra y menos de qué.
Mi mente está disecada, obcecada en mi mundo interior. Podemos bailar aros con la cintura o inyectarnos piruletas derretidas en las venas. En la oscuridad todo me resulta divertido. Al amanecer la falta de sueño me suicida. Comprendo entonces la falta de coherencia. Duermo de día, no entiendo.
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