lunes, 5 de mayo de 2014

Convulso

Desbocada te nombro, vulgarizándote. Los campos están vacíos y mis brazos devastados, quizá sea al contrario.

No acepto excusas y menos disculpas manidas. He decidido volverme inflexible. Tú no me asolaste, era tierra quemada.


Volátil el regreso. Firme el muro.

Heridas superficiales

Verán, todos ustedes tienen puertas en sus casas. Yo soy el efecto de la manivela que desgarra la ropa y la respuesta a la mancha amarillenta, verdosa y seminegra que de vez en cuando reluce sobre la piel. Duele pero con el tiempo desaparece.