Las noticias, nacen, crecen y mueren. Se usan y se tiran. Su vida es efímera. La obsolescencia programada no se reduce a la producción y consumo desmesurado de bienes, las noticas también son víctimas de este proceso. Se produce información a niveles inalcanzables y son reemplazadas continuamente.
Cambio de milenio, el apocalipsis. Desastres naturales, el apocalipsis. La crisis económica, el apocalipsis. El año 2012, el apocalipsis. El fin de los periódicos, el apocalipsis. La invasión del fatalismo, la decadencia, literatura de terror barata. Abordan a la sociedad con cualquier hecho para meterle el miedo en el cuerpo. Vais a morir todos.
Las crisis son producidas por una situación de abuso insostenible, tras el estallido llega la recesión. La recesión crea un decrecimiento producido por el crecimiento anterior. El estado pleno de recesión nunca es más catastrófico que la crisis anterior. Crecemos y decrecemos con una base de mejora.
No es la primera vez que los periódicos se encuentran ante un estado crítico. Al igual que la propia economía, necesitan sanearse. Empresas incompetentes, periódicos incompetentes. En un estado de auge todo tiene cabida, en un marco de crisis sobreviven los mejores. Los periódicos al igual que las empresas mejorarán o se reinventarán. No todas las empresas cierran, no todos los periódicos mueren.
